Con motivo al X Aniversario de la elección del Papa León XIII, y en atención al crecido número de fieles, el 20 de febrero de 1888, es erigida y constituida mediante decreto expedido por el ex presidente de la República y, para esos momentos, Arzobispo de Santo Domingo Monseñor Fernando Arturo de Meriño, la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús de Moca.
En el decreto de erección, la antigua parroquia Nuestra Señora del Rosario es dividida en dos partes: la Oriental y la Occidental, tomando como línea divisora el camino principal que pasando por Moca, conducía a La Vega con Santiago. En el 1891 fue bendecido por el Monseñor Nouel.
Años después, la idea del sacerdote salesiano Antonio Flores, de edificar una iglesia en Moca, tardó diez años en hacerse realidad, pero la entrega y la fe de esa comunidad lo hizo posible y hoy todos juntos celebran los 65 años de la consagración del Santuario Nacional del Sagrado Corazón de Jesús. La primera piedra de esta obra se colocó el 30 de junio del 1946 y diez años más tarde, el día 8 de ese mismo mes, el entonces arzobispo de la Diócesis de Santiago, monseñor Octavio Antonio Beras, ofició su consagración. La construcción de este templo, que tuvo un costo de 600 mil pesos, dejó a tras la imagen de la humilde y deteriorada iglesia de madera, donde los mocanos realizaban sus cultos.
Tres misas oficiadas por Ramón de la Rosa y Carpio, arzobispo de Santiago, monseñor Fabio Mamerto Rivas, obispo emérito y Jesús María de Jesús Moya, obispo de San Francisco, dan inicio a las celebraciones religiosas, que se extenderán por todo el resto del año, según informó el párroco de la iglesia, sacerdote Rafael Teófilo Castillo.
Las festividades incluyen además la inauguración del Teatro Don Bosco que construye la parroquia desde hace un tiempo, la instalación de motores nuevos para el campanario, así como la colocación de un reloj electrónico sobre la torre de la iglesia. Otros actos que según el sacerdote se efectuarán, será una novena de celebraciones religiosas a cargo de diversos sacerdotes salesianos de Moca, así como actos líricos a cargo de la Orquesta Sinfónica Nacional, y la exposición «La República Dominicana vista desde el Cielo» en coordinación con la Secretaría de Estado de Cultura.
El templo
El templo, diseñado por el arquitecto Humberto Ruiz Castillo, consta de 110 metros de altura desde su base hasta la cruz que corona su torre. Su estructura está compuesta por una nave central y dos laterales.
Una vidriera artística que representa a Jesús, rodeado de niños y un mosaico de la Señora de Guadalupe, emperatriz de América, dan la bienvenida a los feligreses en la entrada del templo. Unas 16 lámparas en cristal de murano iluminan el interior de la iglesia.
La imagen en mármol blanco del Corazón de Jesús, que reposa sobre la esfera del mundo, distingue el ábside de la nave central, además de un viacrucis en tamaño natural que la rodea. En su parte superior, 13 vitrales recrean una escena del Jesús Redentor, rodeado por sus 12 discípulos.
El altar mayor, con un estilo grecorromano, es ambientado por figuras angélicas hechas a base de mármol, y por la artística representación de la Ultima Cena, colocada en su centro.
Las naves laterales de la parroquia son también de diseño tanto especial.
La nave lateral derecha inicia con un altar dedicado a María Auxiliadora, patrona de los salesianos, y un vitral representa al Cristo Resucitado. Sobre una de las puertas, un vitral que figura un ángel, simboliza al evangelista San Juan y otro a la Inmaculada Concepción. Al fondo de esta nave, dos altares veneran a Santa María Marello, fundadora de la Congregación Las Hijas de María Auxiliadora, y a Domingo Savio, discípulo de San Juan Bosco.
A la izquierda, los feligreses pueden elevar su oraciones desde el altar a San Juan Bosco, fundador de los Salesianos, o revivir el milagro de la creación a través de unos de sus vitrales. Un hombre, con figura de ángel, simboliza al evangelista San Mateo, y la cabeza de un león sobre la puerta, representa a San Marcos.
La virgen de la Altagracia, madre del pueblo dominicano, y su esposo San José, patrón de la Iglesia Católica, custodian los laterales en esta parte del templo, mientras la entrada es protegida por un vitral que representa la ascensión de Jesús al cielo.
Texto: Adiano M Tejada.